Comunicado 6: 25 de diciembre de 1553, Tucapel

A casi 500 años (463) de la victoria de la Batalla de Tucapel, podemos reconocer que nos merendamos el corazón de Pedro de Valdivia, asumiendo el peligro que esto implicó, la crisis que significó incorporar el punto de vista de un enemigo tal. No fue coraje lo que buscábamos en él, sino otra clase de valor nutricional: vernos a través de sus ojos para comprender de qué se trataba esta guerra en verdad. Y aunque parecía indigesto, sólo se trató de una digestión muy difícil. Transpersonal, transgeneracional. Y hoy, a 463 años de esta merienda, podemos decir que su digestión ha entrado en su fase intestinal. Hemos, con todas las dificultades, incorporado lo justo, y pronto cagaremos el resto.

Comunicado 5: No volverá a florecer en vano el coligüe

floracion-cana-colihue

Creemos todavía en la fábula que desea que todo poder constituido se arraigue en un poder constituyente, que el Estado emane de la nación, como el monarca absoluto de Dios, que exista permanentemente bajo la constitución en vigor una constitución distinta, un orden a la vez subyacente y trascendente, la mayoría de las veces mudo, pero que puede surgir por instantes como el rayo. Queremos creer que basta con que “el pueblo” se reúna, si es posible ante el parlamento, con que grite “¡Ustedes no nos representan!”, para que por su simple epifanía el poder constituyente expulse mágicamente los poderes constituidos. Esta ficción del poder constituyente sólo sirve, de hecho, para ocultar o enmascarar el origen propiamente político, fortuito, el golpe de fuerza mediante el cual todo poder se instituye. Los que tomaron el poder retroproyectan sobre la totalidad social que ahora controlan la fuente de su autoridad, y la harán así callar legítimamente en su propio nombre. Es así como se realiza regularmente la proeza de disparar sobre el pueblo en nombre del pueblo. El poder constituyente es el traje de luces que viste el origen siempre sórdido del poder, el velo que hipnotiza y hace creer a todos que el poder constituido es mucho más de lo que es.

(Comité Invisible, A nuestros amigos)

El florecimiento del colihue no es períodico. Su frecuencia de floración es un número irracional, como π. Una fuente irracional de razón; de proporción, de cordura, de justicia.  En tanto razón de la razón, podríamos hablar de metarracionalidad para referirnos a estos sustratos, zafándonos de los temores que despierta la irracionalidad.

Pueden pasar meses, unos pocos años, o un siglo entre un florecimiento y otro. Por esto las razones de su florecer son consideradas un misterio. Y cuando florece, florecen todos los coligües de la región. Su fruto alimenta una reproducción incrementada de roedores, el fenómeno es conocido como ratada. Luego las cañas se secan.

La última memoria que tengo del florecimiento del coligüe es del año 1983. Entonces las varas de coligüe se alzaban en las primeras manifestaciones multitudinarias contra la dictadura militar. Pero las varas de coligüe han estado presentes desde los inicios de la malformación del estado de Chile, en sus episodios de dialéctica constituyente/destituyente. Por ejemplo en 1858 cuando (de O’Higgins a Bulnes a Montt) Benjamín Vicuña Mackenna intentaba las firmas de adhesión a su Asamblea Constituyente en medio del alboroto que se recordaría como “la revolución del colihue”.

Pero se hace necesario recordar aún antes, cuando los antiguos purumaukas no consideraban que la flor del coligüe o la plaga de ratas asociada fuera algo distinto del alma común que compartimos todos los presentes.

Entonces sabíamos que la flor del coligüe y las hordas de ratones hacían su aparición cuando la mentira social estaba a punto de constituirse. Lo contrario de la democracia no es la dictadura, es la verdad (Comité Invisible, A nuestros amigos). Tanto la flor como la plaga de ratones como los dioses de Blake residen en nuestro humano corazón. En trance los antiguos hacían sonar las cañas de coligüe al tiempo que capturaban con sus propias manos todos los ratones posibles para meterlos en sacos. Y mientras los tenían metidos en sacos se decían unos a otros todas las verdades incómodas que durante tanto tiempo se estuvieron ocultando y transformadas en mentiras estaban a punto de constituirse en orden social. Después soltaban a los roedores y corrían tras ellos sin compasión para darles varillazos de coligüe, a muerte. ¿Qué significa todo esto?

Hoy se suicidó el ex agente de la DINA Héctor Lira, partícipe de la Operación Colombo que intentó camuflar más de una centena de desapariciones bajo aquel titular de La Segunda “Exterminados como ratones”, el periódico argumentaba que fue en enfrentamientos internos, en manos de sus propios compañeros que perecieron los desaparecidos. Quisieron  jugar a la guerra psicológica, pero ni siquiera son capaces de enfrentar con valentía la guerra librada en su propia psique.

segunda

Comunicado 4: “América” aún no ha sido descubierta, la colonización continúa.

A Anacaona con amor
A Anacaona con amor

 

En última instancia, el pueblo más oprimido y explotado es el pueblo de occidente. Cargan el peso de siglos de racismo, sexismo e ignorancia que han vuelto insensibles a sus gentes a la verdadera naturaleza de sus vidas.

(Hau de no sau nee, Mensaje al Mundo Occidental)

Los científicos occidentales intentan entender los efectos de la ayahuasca hablando de DMT e IMAO, a pesar de que no siempre el brebaje es preparado con algún ingrediente que contenga lo que los científicos categorizan como DMT… Mientras, otros estudiosos están a punto de romperse el seso intentando definir la receta del soma que inspiró a los rishis en las otras Indias, las Orientales. En la sierra, ngen mawida nos prepara nuestra propio pewma llapuy y, como la ayahuasca o el soma, es incomprensible bajo las categorizaciones occidentales. Y así, mientras los occidentales persistan en categorizar y reducir lo que apenas alcanzan a imaginar, engañándose a sí mismos con taxonomías ansiolíticas, evitando asumir el abisal misterio de nuestro mundo, seguirán sin descubrir su “Nuevo Mundo”, e intentando engañarnos también a nosotros, es decir colonizarnos… reduciendo, violentamente, nuestro mundo a las categorías de su “Viejo Mundo”.

Se dice, que luego de la larga noche de los 500 años, se extinguieron tres cuartas partes de las plantas nativas comestibles de Abya Yala. Como un metropolitano buscando chop suey en uno y otro mundo al tiempo que con su ausencia los desposee, los invasores cristianos quemaron y prohibieron los cultivos de kinwa, pero con todo no pudieron impedir que nuestras semillas continúen compartiéndose puño a puño, desperdigándose en los montes, alimentándose y alimentándonos de la mismísima niebla. Los invasores (Monsanto, por ejemplo) insisten en intentar controlar lo que apenas pueden comprender: la semilla… La colonización continúa… engañándose a si misma, pretendiendo incluso engañar a las semillas.

La 
verdad, 
aquí, 
no 
se 
concibe 
como 
un 
atributo 
de 
los 
seres 
o 
las 
cosas, 
sino de 
su 
representación.
 Se tiene 
por 
verdad 
una
 representación
 conforme
 a 
la experiencia. La
 ciencia
 es
 el
 último
 resorte
 de
 este imperio
 de
 verificación
 universal. 
Ahora 
bien, 
las 
conductas 
humanas,
 de
 las 
más 
ordinarias 
hasta 
las más 
sabias,
 reposan
 sobre
 una 
base 
de 
evidencias 
desigualmente
 formuladas,
 todas 
las 
prácticas 
parten
 de 
un 
punto 
en 
el 
que 
cosas 
y
 representaciones
 son unidas
 indistintamente,
 lo
 que
 introduce
 en cualquier
 vida
 una
 dosis
 de verdad
 que
 ignora 
el 
concepto 
occidental. 
Si 
se 
puede
 hablar, 
aquí, 
de “gente
 de
 verdad”
 es
 para
 burlarse 
invariablemente
 de 
los 
pobres 
de 
espíritu. Por 
lo que
 los Occidentales
 son
 universalmente
 considerados
 mentirosos
 e hipócritas
 por
 aquellos
 que
 fueron colonizados
 por
 ellos.

(Comité Invisible, La insurrección que viene)

El cuento de Colón guarda estrecha relación con la cartografía imperial o la cartografía como medio de dominación. Cuando la Iglesia Católica intentaba convencer a la población de que la Tierra era plana y estaba rodeada de abismos y monstruos, para mantener el control de la población y el territorio, ya antes de Cristo el griego Eratóstenes pensaba que la Tierra era redonda y calculaba sus dimensiones. De la Iglesia Católica, pasamos al Instituto Geográfico Militar y finalmente a Google Earth y sus pretensiones de gobierno cibernético, de la población y el territorio… Afortunadamente podemos romper la ilusión cartográfica: El mapa no es el territorio, el “territorio” no es el territorio; pero en serio: esto no es una pipa.

Finalmente, ésta, es una invitación a caminar, y caminando escribir otra vez nuestra Tierra.

 El Imperio se ha acabado. El león y el lobo pueden descansar (William Blake, América: Una profecía)
El Imperio se ha acabado. El león y el lobo pueden descansar
(William Blake, América: Una profecía)

Comunicado 3: Temblar, Brotar, Florecer, Temblar.

Soldaditos_3

Habitar es escribirse, contarse directamente la tierra. Es lo que se sigue entendiendo en la palabra geo-grafía. El territorio es a la comuna lo que la palabra es al sentido.

(Comité Invisible, A un amigo)

1. Que las celebraciones patrióticas alrededor del 18 de septiembre no conmemoran ninguna victoria relacionada con la soberanía territorial ni con la independencia nacional. Más bien, la fecha en cuestión conmemora una junta de gobierno en apoyo al Rey de España, es decir, al imperialismo por entonces español y católico.

2. Que la elección de esta fecha para celebrar la supuesta independencia nacional no es un descuido historiográfico sino una operación estratégica muy típica del imperialismo católico apostólico y romano, el mismo de la inquisición y del genocidio de los pueblos nativos de Abya Yala.

Los días alrededor del 18 de septiembre son la víspera del Equinoccio de Primavera. Todos los seres de la Tierra podemos sentir la incipiente energía primaveral en nuestros cuerpos durante estos días. Las añañucas, los colliguay, los boldos, los soldaditos, los rosáceos vinagrillos comienzan a florecer. Las abejas zumban. Todos los presentes destilamos la miel de la vida sobre la Tierra. Es esta energía chispeante la que se intenta capturar, estratégicamente, para mayor gloria del Imperio -ya ni español ni católico ni romano más que en currículo, pero siempre extranjero a la Tierra y los territorios peculiares que somete y explota. La estrategia es recurrente, como cuando alrededor del Solticio se impuso la celebración de la Navidad del Mesías Imperial y alrededor del otro Equinoccio la conmemoración de su muerte y resurrección, la llamada Semana Santa.

3. Que el terremoto recién pasado del 16 de septiembre de 2015 y sus sucesivas réplicas durante todos los días de celebraciones patrióticas son un llamado de atención de la Tierra que caminamos. Ni la mala suerte de las marionetas de turno en la gestión estatal ni la inteligencia militar gringa y su proyecto HAARP. No, olvídate de todas esas estupideces. Y siente, por una vez, independiente de lo que digan las pantallas, de televisión o de internet, -esos aparatos de colonización comunicacional. Siente, por una vez, que la que tiembla bajo tus pies, la que te sacude a ti y a todas las estructuras que tienes por “realidad”, es la Tierra que te sostiene. La misma que se explota cotidiana, social, legal, publica e indiscriminadamente, en nombre de esa otra pantalla llamada Chile, que no oculta sino un imperialismo que ahora se quiere sin nombre.

4. Que los ausentes son y serán del Imperio, siempre extranjero, extrañado del suelo que pisa.

Nosotros, junto a la placa de Nazca, la Sudamericana y la Profundidad Abisal donde convergen, llamamos a los presentes, a todos los presentes, a restablecer la consciencia, la atención y el poder, sobre la Tierra.

Desapareciendo entre las nubes y la lluvia junto a los montes de roble y quillay de la Cordillera de la Costa

Postdata: Al bajar del monte los titulares de los periódicos tratan de cuánto más o menos dinero se hizo con las celebraciones patrióticas. Un joven carreteando, o taquillando como decían antes -la misma ausencia-, dice que no sintió nada.

Reiteramos el llamado a todos los presentes.

Ayün & Weichan

Próspero Tiempo de Brotes

Comunicado 2: Intimidad e intemperie o Las aventuras de Ricitos de Quillay

    El silencio que puede ser nombrado no es el silencio absoluto; pero hay un silencio que pareciera no sólo preceder a la palabra sino como estar a punto de romperse, repentina y suavemente… un silencio como una semilla a punto de brotar.
Las semillas que esparcimos la lluvia anterior brotan hoy, cuando llueve por segunda vez en el año, cuando nos levantamos y vamos a la intemperie a recibir la lluvia.
Para alejarnos de las instalaciones de domesticidad industrial intentamos planificar nuestro destino y esperamos una micro que no llega. Para alejarnos de las instalaciones de domesticidad industrial no hay que esperar nada, cualquier micro sirve.

Y llegué inesperadamente con mi amiga donde un amigo cerro para presentárselo, y mi amigo nos presentó a sus amigos cercanos, amigos cerros. Y, mientras caminábamos sobre sus dorsos, la lluvia se deslizaba impúdicamente por los cuerpos de todos los presentes.
De pronto nos sorprendimos de ver mucha espuma corriendo, detenida y girando en los cursitos de agua nacidos y renacidos gracias a la lluvia, a través de los cuerpos de los cerros. Temimos que alguien les haya vertido algún desecho de domesticidad industrial.  Pero bajando y subiendo por sus cuerpos, caminando por senderos inundados de semillas de quillay, sospechamos que la espuma estaba relacionada, íntimamente, con ellos. Y al acercarnos a sus troncos descubrimos la espuma brotando. Y con el corazón desbordado de alegría recogimos de los montones de espuma algunos puñados para lavarnos el pelo y ducharnos junto a los amigos cerros. Nos lavamos la cara, las manos y los pies con barro también. El pelo se me llenó de ricitos.

“La  amistad”, dice Hannah Arendt, “no es íntimamente personal,  porque plantea exigencias políticas y permanece referida al  mundo”. Ahí, los seres se pertenecen los unos a los otros en el elemento libre, es decir: que se pertenecen en la medida en que cada uno pertenece siempre-ya a un destino.

(Partido Imaginario, A un amigo)

Nosotros no tememos a la lluvia. Recuerda, sobrevivimos a un diluvio. Tal vez con más intimidad nos hagamos amigos y nos potenciemos mutuamente. Como los inuit que en vez de temer al frío como el hielo se potencian en su compañía, son amigos. Una vez un anciano inuit se rehusó con toda su presencia a obedecer la orden del gobierno de desalojar su territorio para trasladarse a una reducción. Sus hijos al marcharse se llevaron las armas de la casa, por temor a que el viejo en su situación desesperada se suicidase. Y no quedaron más humanos en casa, en el territorio, que el viejo. Y el viejo salió a la intemperie, se bajó sus pantalones de cuero de foca y se cagó sobre sus manos. Y con la caca congelada se talló un cuchillo con el que pudo cazar y continuar con la vida y sus aventuras…

Disolvamos las categorías binarias fundamentales de la política imperial, tan caras a su invasiva alienación: lo público y lo privado, a través de lo íntimo. Intimemos. Intimidemos.

Ayün & Weichan.

Comunicado 1: El mundo se acabó el 2012. Chile no ha ganado nada.

Cada día desaparecen formas de vida, especies vegetales y animales, experiencias humanas, y tantas relaciones posibles entre formas vivas y formas de vida. Pero nuestro sentimiento de la urgencia no está tan ligado a la velocidad de estas desapariciones como a su irreversibilidad; más aún, está ligado a nuestra ineptitud para repoblar el desierto.

(Llamamiento)

Un día vas a abrir la llave del agua y no saldrá más que un soplido seco, luego silencio. Cuando llames por teléfono a la compañía de agua nadie contestará el teléfono. Ni la presidenta ni el futbolista de moda te darán una explicación. Sin embargo tú y todos sabrán qué fue lo que pasó.

No voy a insistir ni profundizar sobre cómo el Chile que imaginamos hoy apenas se empezó a formar tras la introducción de la televisión con el Mundial de Fútbol del 62, ni sobre cómo se terminó de formar tras el Golpe Militar del 73. Ni tampoco sobre la ilegitimidad de este Estado y su Constitución, la que aún, cuando todos saben bajo qué circunstancias fue ratificada, continúa y sigue, sin que nadie ose quemarla y ya. Luego uno y otro caso de corrupción son noticia, como si la peste no fuera el mismo aliento del CE HACHE I.

El mundo ya se acabó por aquí. Este territorio nos ha enseñado todo, nos lo ha dado todo, y se lo agradeceremos activamente por el resto de nuestras vidas; pero el mundo, como un sueño compartido de los humanos, se ha acabado. No importa lo que digan los perspicaces lectores de filosofía francesa sobre la producción, el humanismo y los biopoderes. No saben de lo que hablan, como a O’Higgins, les emboba la última moda de Paris. Pero si vamos a empezar a soñar otra vez, haríamos bien en deshacernos del blanco, azul y rojo de las modas parisinas, y en sincerarnos respecto a la situación a la que se ven reducidos cóndores y huemules…  mirarnos en los ojos de roedores e insectos… En un degú y una mariposa de collar dorado… En un coipo y una madre de la culebra… Qué hace falta para hablar del fin de nuestra humanidad y sus mundos posibles. No es suficiente ver a  un cóndor en un gallinero. No es suficiente haber exterminado a los huemules para reemplazarlos por renos de plástico con luces navideñas. ¿Tendrá que desaparecer el agua de las cañerías?

Mientras chillaban las vuvuzelas, mi amiga preparaba un tecito blanco y rojo para el viaje. Luego nos dormimos mirando una película, El extraño caso de Wilhelm Reich. Por la mañana su hermana, la guía, nos pasó a buscar. Recogimos unos plátanos súper maduros de una verdulería y tomamos la micro. Sobre el vehículo bebimos de nuestro tecito 1UP.

Nos bajamos del bus en la 5 Norte, pasado El Melón en dirección a la Ligua, en el sector de Palos Quemados. Saltamos el alambre de púas y caminamos internándonos en la Cordillera de la Costa con dirección a Tierras Blancas. Cerros y más montes, bosque esclerófilo, aún se puede sentir la presencia del puma.

Queríamos entrevistarnos con el espíritu de la cascada, restablecer las alianzas necesarias para volver a crear mundos. A los pocos kilómetros de sendero nos empezó a enseñar lo que tenía. Una lechuza blanca sin cabeza. Diez pasos más allá y el cadáver integro de otra lechuza blanca. Cinco pasos más y de la tercera sólo quedaban las plumas. Los cartuchos de postones desperdigados en el suelo. Sabiduría, protección, enlace entre los mundos ¡CHI, CHI, CHI! ¡bang, bang, bang!

Sabíamos que el agua de la cascada había desaparecido hace por lo menos 3 años, en 2012. Pero queríamos restablecer las alianzas necesarias para volver a crear mundos. Dónde la cascada antaño caía, en la poza vacía, había una pelota de fútbol desinflada. Lo más probable es que el agua se la haya robado la agroindustria, uno de los negocios predilectos de los diputados del país.  ¡ELE E! Monocultivos de palta de exportación, posiblemente. ¡LE! Los chilenos cambiaron el paraíso por camionetas gigantes y perros diminutos con ropa y reservas en la peluquería canina. Los chilenos cambiaron el paraíso por un departamento, un trofeo y cincuenta medallas de oro. O por un título universitario, piezas de sushi.

Apenas llegamos a la poza vacía se largó la primera lluvia del año. Desperdigué las semillas que recogí en el camino y mi amiga challó con el té sobre un altar. Luego comimos plátanos cobijados bajo una roca enorme, y pensamos, hasta decidir emprender el camino de regreso.

Abrir el pecho desnudo a la lluvia. Sellar la alianza. Fumar flores bajo el único ángulo seco de una roca. Caminamos de regreso por dentro de las nubes. Montes enteros desaparecían engullidos por el agua en suspensión.

SI TIENES ALGUNA INFORMACIÓN FIDEDIGNA SOBRE LA DESAPARICIÓN DE ESTAS AGUAS POR FAVOR DEJA UN COMENTARIO.